sábado, 14 de junio de 2008

¿Blog o bluff?

“Cuando me canso de escribir pienso, y generalmente es tiempo perdido” (Abel Desestress)

Yanet Aguilar y Kathya Millares
El Universal

La curiosidad tentó a algunos escritores: ahora ya no sólo son ensayistas, poetas, cuentistas o novelistas, también son blogueros.

Ya sea alojados en el sitio web de un periódico, revista o en una plataforma especializada, es cada vez más común encontrar blogs que pertenecen a escritores.

Sin embargo, la dinámica que en éstos se establece dista mucho de la que existe en la mayoría de esta clase de bitácoras: la retroalimentación entre el bloguero y el lector no es la constante.

Los cibernautas van en busca de un diálogo con el autor del libro con el que se identificaron o que les ofreció su reflejo en el espejo de las páginas. Ingresan al blog, leen los posts más recientes y dejan un comentario, si así lo desean. Algunos aguardan a que el titular responda, si no es así insisten o se dan por vencidos. Al final, siempre quedará el post aún no escrito.

Esto se advierte en los de el español Javier Marías, los mexicanos Guillermo Sheridan, Xavier Velasco, Heriberto Yépez, Guillermo Fadanelli, José de la Colina y Carmen Boullosa, entre otros. En muchos casos más que blogs son foros y quienes realmente interactúan son los usuarios.



En la página electrónica de la revista Letras Libres se puede observar cómo algunos de sus colaboradores decidieron adentrarse en el ciberespacio para compartir con los lectores sus comentarios sobre el acontecer político, cultural, sus aficiones o inquietudes literarias, entre otros asuntos.

Uno de los editores de este sitio, Humberto Beck, explica que a través de los dos tipos de blogs que ahí se albergan —el de la Redacción y los de los articulistas— se trata de presentar contenidos afines a la revista con una periodicidad más frecuente a la de la impresa, que es mensual.

Sobre si es necesario que los escritores contesten a las inquietudes de los usuarios, señala que este formato permite una mayor interacción; sin embargo no es una obligación de los autores responder a los comentarios. “Es una decisión muy personal. El hecho de que los comenten es un extra”.

El escritor José de la Colina, quien participa en esa página con su blog Correo Fantasma admite: “Yo no quería tener un blog porque me parece que quita mucho tiempo. Pensé que podía ser una experiencia interesante porque hay una comunicación más directa con los lectores que con la letra impresa. (Pero) uno no sabe si puede haber un lector interesante que plantee algo que a uno mismo le interese y por eso acepté”, agrega.

Carmen Boullosa, quien también se ha sumado a los blogueros, confiesa: “La verdad es que como bloguera soy inconsistente, y debí ponderar mi naturaleza antes de aventarme. Escribo siempre, pero el blog es otra cosa. Es un género con un encanto muy especial: requiere de velocidad, pero también de estabilidad. Como lectora me gustan los que suman, los que hacen labor de revista”, agrega.

La poeta y escritora reconoce, en todo caso, que el blog suyo no sigue mucho esta dinámica porque “prefiero mis libretas de diarios o viajes. Anoto muchas cosas que después reelaboro. Tengo este tipo de imaginación: necesito rumiar, para darle forma a lo que pienso o siento. Por otro lado, si estoy terminado una novela, escribiendo un ensayo (o intentando escribirlo) no puedo desperdigarme”, confiesa.

Algunas bitácoras, como las del guatemalteco Sergio Ramírez y el español Vicente Verdú, saltaron a la edición impresa. Alfaguara España y El boomeran(g) —un blog literario en español editado por La Oficina del Autor, propiedad de Grupo Prisa que a la vez es dueño de Alfaguara— recientemente lanzaron una compilación de los posts que cada uno ha colocado, a lo largo de más de un año. Cuando Todos Hablamos, en el caso de Ramírez, y Passé Composé, de Verdú.


Ninguno de los dos escritores alcanza las cifras a las que llegan otros blogueros, tal vez porque no dejan de ser escritores que en lugar de publicar en papel, lo hacen a través del internet y aplican esa máxima de que “cuando se publica, el texto ya no les pertenece”.

¿Cuál fue el gran atractivo de Alfaguara para reunir y publicar el blog de los dos autores?, es una pregunta que no les interesó responder a los editores de Alfaguara España, a quienes se buscó a través del departamento de prensa. Tampoco se sabe si seguirán coeditando con El boomeran(g) los blogs de otros autores como Rafael Argullol, Basilio Baltasar, Marcelo Figueras, Jean-François Fogel, Edmundo Paz Soldán, Clara Sánchez, Xavier Velasco o Jorge Volpi.


En favor de un diálogo constante o sólo para colocar sus puntos de vista, los blogs de los escritores son una opción para adentrarse en la maraña que ofrece la plataforma de internet.

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